Se acerca ese día insoporable en el que tengo que vestirme de una sonrisa y agradecer con falsos cumplidos aquellos a todos aquellos que tienen la delicadeza de recordar una fecha. 20 años cumpliré y con más compañía que nunca, es muy probable que sea el más solitario de todos. Mi primer año sin él, e irónicamente lo único que conservo es un mensaje con sus buenos deseos con fecha del año pasado. Pensar que 43 años estaría cumpliendo solo 4 días después, y nunca lo celebramos juntos, nunca hicimos eso de lo que tanto hablamos. Y no me arrepiento la verdad, pasé a su lado los momentos mas hermosos. Pero serán 20 otoños que veré pasar, metidos en un baúl, y nuevamente sola en medio de un mar de gente.
El valor no es la carencia de miedo, es reconocer que existen en la vida cosas mas importantes....
miércoles, noviembre 19, 2008
miércoles, noviembre 12, 2008
QUINTA VIRTUD CARDINAL: JUSTICIA
Según el diccionario: del latín iustitia. Sustantivo femenino. Conformidad con el derecho; acto de darle a cada uno lo que le pertenece; equidad; conjunto de magistrados y de las personas que colaboran con ellos.
Según Jesucristo: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra (Mt 5: 38-39).
En otro pasaje del Evangelio: Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. (Mt 21: 12)
Según Bankei: durante una de las clases del maestro zen Bankei, un alumno fue descubierto robando. Todos los alumnos pidieron la expulsión del alumno, pero Bankei no hizo nada. A la semana siguiente, el mismo alumno volvió a robar. Irritados, los demás exigieron que el ladrón fuera castigado.
-Hay que ver lo sabios que sois –dijo Bankei-. Sabéis lo que es correcto y lo que está equivocado, por lo que podéis estudiar en cualquier otro lugar. Pero este pobre hermano, que no sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal, sólo me tiene a mí para que le enseñe. Y voy a continuar haciéndolo.
Un torrente de lágrimas purificó el rostro del ladrón. El deseo de robar había desaparecido.
Carta de un condenado a muerte: El corredor de la muerte es el lugar en el que las políticas del Poder, la Retribución, y la Violencia, se aplican a un hombre usando [materiales como] el cemento y el acero... hasta que este hombre se transforma en acero, y su corazón llega a ser tan duro como el cemento. Sin embargo, aunque el acero pueda ser duro, aún puede ser flexible, y aunque el corazón se haya transformado en cemento, todavía es capaz de latir. (Justin Fuller, ejecutado en Texas en 24/08/2006).
En los tiempos de la Inquisición española: en el siglo XV, los inquisidores iban de ciudad en ciudad reuniendo a los habitantes en la plaza principal y, después de pronunciar un sermón, escogían al azar a seis o siete personas que eran después interrogadas sobre la vida de los vecinos. En todos los casos, estas personas siempre acusaban a alguien, con miedo de que se les considerara herejes.
En la aplicación de la justicia: “¡El infierno es Irak!” (respuesta de Sadam Hussein, cuando uno de sus verdugos le espetó “¡Vete al infierno!”, 29/12/2006).
En la ceremonia del té: Vemos la maldad en los otros porque conocemos la maldad a través de nuestro comportamiento. Nunca perdonamos a los que nos hieren porque pensamos que nosotros nunca seríamos perdonados. Le decimos al prójimo la verdad dolorosa porque queremos esconderla de nosotros mismos. Nos refugiamos en el orgullo para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso, siempre que estés juzgando a tu hermano, sé consciente de que eres tú quien está sentado en el banco de los acusados. (Okakura Kakuso, El libro del té, 1904).
En busca de pruebas: A pesar de su ineficacia como método de investigación o como prueba, la tortura fue durante siglos el método jurídico habitual para descubrir la verdad de los hechos. (Paulo Sérgio Pinheiro, profesor titular de Ciencias Políticas).
Según el tutor del rey de Persia: Cuando era pequeño, Cosroes (más tarde Cosroes I) tenía un maestro tan bueno, que le hacía obtener resultados brillantes en todas las disciplinas que le enseñaba. Cierta tarde, el maestro, aparentemente sin motivo alguno, lo castigó con gran severidad.
Años después, Cosroes subió al trono. Una de las primeras medidas que tomó fue ordenar que le trajeran ante su presencia al maestro de su infancia para exigirle una explicación por aquella injusticia de antaño.
-¿Por qué me castigaste sin que lo mereciera?- le preguntó.
-Cuando percibí tu inteligencia, supe inmediatamente que un día heredarías el trono de tu padre- respondió el maestro, –y quise mostrarte cómo la injusticia puede marcar a un hombre para el resto de su vida. Espero que tú nunca castigues a nadie sin motivo”.
Según Jesucristo: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra (Mt 5: 38-39).
En otro pasaje del Evangelio: Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. (Mt 21: 12)
Según Bankei: durante una de las clases del maestro zen Bankei, un alumno fue descubierto robando. Todos los alumnos pidieron la expulsión del alumno, pero Bankei no hizo nada. A la semana siguiente, el mismo alumno volvió a robar. Irritados, los demás exigieron que el ladrón fuera castigado.
-Hay que ver lo sabios que sois –dijo Bankei-. Sabéis lo que es correcto y lo que está equivocado, por lo que podéis estudiar en cualquier otro lugar. Pero este pobre hermano, que no sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal, sólo me tiene a mí para que le enseñe. Y voy a continuar haciéndolo.
Un torrente de lágrimas purificó el rostro del ladrón. El deseo de robar había desaparecido.
Carta de un condenado a muerte: El corredor de la muerte es el lugar en el que las políticas del Poder, la Retribución, y la Violencia, se aplican a un hombre usando [materiales como] el cemento y el acero... hasta que este hombre se transforma en acero, y su corazón llega a ser tan duro como el cemento. Sin embargo, aunque el acero pueda ser duro, aún puede ser flexible, y aunque el corazón se haya transformado en cemento, todavía es capaz de latir. (Justin Fuller, ejecutado en Texas en 24/08/2006).
En los tiempos de la Inquisición española: en el siglo XV, los inquisidores iban de ciudad en ciudad reuniendo a los habitantes en la plaza principal y, después de pronunciar un sermón, escogían al azar a seis o siete personas que eran después interrogadas sobre la vida de los vecinos. En todos los casos, estas personas siempre acusaban a alguien, con miedo de que se les considerara herejes.
En la aplicación de la justicia: “¡El infierno es Irak!” (respuesta de Sadam Hussein, cuando uno de sus verdugos le espetó “¡Vete al infierno!”, 29/12/2006).
En la ceremonia del té: Vemos la maldad en los otros porque conocemos la maldad a través de nuestro comportamiento. Nunca perdonamos a los que nos hieren porque pensamos que nosotros nunca seríamos perdonados. Le decimos al prójimo la verdad dolorosa porque queremos esconderla de nosotros mismos. Nos refugiamos en el orgullo para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso, siempre que estés juzgando a tu hermano, sé consciente de que eres tú quien está sentado en el banco de los acusados. (Okakura Kakuso, El libro del té, 1904).
En busca de pruebas: A pesar de su ineficacia como método de investigación o como prueba, la tortura fue durante siglos el método jurídico habitual para descubrir la verdad de los hechos. (Paulo Sérgio Pinheiro, profesor titular de Ciencias Políticas).
Según el tutor del rey de Persia: Cuando era pequeño, Cosroes (más tarde Cosroes I) tenía un maestro tan bueno, que le hacía obtener resultados brillantes en todas las disciplinas que le enseñaba. Cierta tarde, el maestro, aparentemente sin motivo alguno, lo castigó con gran severidad.
Años después, Cosroes subió al trono. Una de las primeras medidas que tomó fue ordenar que le trajeran ante su presencia al maestro de su infancia para exigirle una explicación por aquella injusticia de antaño.
-¿Por qué me castigaste sin que lo mereciera?- le preguntó.
-Cuando percibí tu inteligencia, supe inmediatamente que un día heredarías el trono de tu padre- respondió el maestro, –y quise mostrarte cómo la injusticia puede marcar a un hombre para el resto de su vida. Espero que tú nunca castigues a nadie sin motivo”.
sábado, noviembre 01, 2008
Welcome to: THE TEARS AND LYRICS SISTERHOOD
CUARTA VIRTUD CARDINAL: PRUDENCIA
Según el diccionario: Sustantivo femenino. Sensatez, buen juicio, sabiduría; moderación, cautela; virtud cardinal que consiste en discernir y distinguir lo bueno de lo malo.
Según el Nuevo Testamento: Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fortaleza de los hombres. ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte (1 Co 1: 25-27)
Según el islam: Un sabio llegó al poblado de Akbar y la gente no le dio mucha importancia. Apenas atrajo el interés de un pequeño grupo de jóvenes. Muy por el contrario, fue objeto de chacota de muchos habitantes del lugar. Cierto día paseaba con algunos de sus discípulos por la calle principal, cuando un grupo de hombres y mujeres se puso a insultarlo. El sabio se les acercó, y les dio su bendición.
Al alejarse de allí, uno de los discípulos comentó:
-Ellos dicen cosas horribles, y usted les responde con bellas palabras.
El sabio respondió:
-Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene.
Según la tradición hassídica (judaica): Cuando Moisés subió a los cielos para escribir una determinada parte de la Biblia, el Todopoderoso le pidió que colocase pequeñas coronas en algunas letras de la Torah. Moisés dijo:
-Maestro del Universo, ¿por qué quieres que coloque estas coronas?
Dios respondió:
-Porque dentro de cien generaciones un hombre llamado Akiva las interpretará.
-Muéstrame la interpretación de este hombre –pidió Moisés.
El Señor lo llevó al futuro, y lo puso en una de las clases del rabino Akiva. Un alumno estaba preguntando:
-Rabino, ¿por qué hay dibujadas unas coronas sobre algunas letras?
-No lo sé –respondió Akiva. –Y estoy seguro de que ni siquiera Moisés lo sabía. Él hizo esto sólo para enseñarnos que, incluso sin comprender todo lo que hace el Señor, de igual manera podemos confiar en su sabiduría”.
En el reino animal: El ciempiés fue a preguntarle al sabio del bosque, un mono, cómo podría mejorar del dolor de sus piernas.
-Esto es reumatismo – dijo el mono. –Tienes demasiadas piernas.
-¿Y qué puedo hacer para tener sólo dos piernas?
-No me irrites con esos detalles –respondió el mono. –Un sabio apenas tiene que dar el mejor consejo posible. Ahora tú te las ingenias para resolver el problema.
-Maestro del Universo, ¿por qué quieres que coloque estas coronas?
Dios respondió:
-Porque dentro de cien generaciones un hombre llamado Akiva las interpretará.
-Muéstrame la interpretación de este hombre –pidió Moisés.
El Señor lo llevó al futuro, y lo puso en una de las clases del rabino Akiva. Un alumno estaba preguntando:
-Rabino, ¿por qué hay dibujadas unas coronas sobre algunas letras?
-No lo sé –respondió Akiva. –Y estoy seguro de que ni siquiera Moisés lo sabía. Él hizo esto sólo para enseñarnos que, incluso sin comprender todo lo que hace el Señor, de igual manera podemos confiar en su sabiduría”.
En el reino animal: El ciempiés fue a preguntarle al sabio del bosque, un mono, cómo podría mejorar del dolor de sus piernas.
-Esto es reumatismo – dijo el mono. –Tienes demasiadas piernas.
-¿Y qué puedo hacer para tener sólo dos piernas?
-No me irrites con esos detalles –respondió el mono. –Un sabio apenas tiene que dar el mejor consejo posible. Ahora tú te las ingenias para resolver el problema.
Una escena que presencié en 1997: un aprendiz de ocultismo que conozco, queriendo causar una buena impresión a su maestro, leyó algunos manuales de magia y resolvió comprar los materiales indicados en los textos. Con mucha dificultad, consiguió un determinado tipo de incienso, algunos talismanes y una estructura de madera con caracteres sagrados escritos en un orden establecido. Mientras desayunábamos con su maestro, éste comentó:
-¿Crees que enrollándote cables de ordenador alrededor del cuello conseguirás tener la misma eficacia de la máquina? ¿Piensas que comprando sombreros y ropas sofisticadas vas a adquirir al mismo tiempo la sofisticación y el buen gusto del que las creó?
»Los objetos pueden ser tus aliados, pero no contienen en sí mismos ninguna sabiduría. Practica en primer lugar la devoción y la disciplina, y lo restante llegará por añadidura.
En frente de Alejandro: el filósofo griego Anaxímenes (400 a.C.) se aproximó a Alejandro el Magno con la intención de salvar su ciudad.
-Te he recibido sólo porque sé que eres un hombre sabio, pero tienes mi palabra de rey de que jamás cumpliré lo que has venido a pedirme –dijo el poderoso guerrero frente a sus generales
-Sólo vine a pedir que destruyas mi ciudad –respondió Anaxímenes. Y fue de esta manera como la ciudad fue salvada.
-¿Crees que enrollándote cables de ordenador alrededor del cuello conseguirás tener la misma eficacia de la máquina? ¿Piensas que comprando sombreros y ropas sofisticadas vas a adquirir al mismo tiempo la sofisticación y el buen gusto del que las creó?
»Los objetos pueden ser tus aliados, pero no contienen en sí mismos ninguna sabiduría. Practica en primer lugar la devoción y la disciplina, y lo restante llegará por añadidura.
En frente de Alejandro: el filósofo griego Anaxímenes (400 a.C.) se aproximó a Alejandro el Magno con la intención de salvar su ciudad.
-Te he recibido sólo porque sé que eres un hombre sabio, pero tienes mi palabra de rey de que jamás cumpliré lo que has venido a pedirme –dijo el poderoso guerrero frente a sus generales
-Sólo vine a pedir que destruyas mi ciudad –respondió Anaxímenes. Y fue de esta manera como la ciudad fue salvada.
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