Tiene sed mi alma por odiar tu naturaleza, tantas veces repetida y trillada en un circulo que no quiere acabar.
Es mi reflejo principal herirte y de esa forma auto flagelarme. Es tu primer instinto ser la víctima de un látigo invisible, con una honestidad tan crudamente adornada por mirada lastimeras o quizás una caricia.
Me mientes, tus ojos me mienten, no es amor, no es más que una pasión disfrazada por la necesidad y la ignorancia, por la curiosidad de un corazón roto.
Y huyes, huyes de mí como si te estuviese persiguiendo, huyes con vanas excusas y me mientes con la misma destreza con que me pides que no te mienta.
Y no te culpo, pero tampoco creo merecerlo. ¿Cómo culparte por ser un humano y por caer en sus bajezas? ¿Cómo culparte y no esperar que hagas lo mismo conmigo?
Tus ojos llenos de drama y tragedia, tu voz tan falsa como mis verdades, tus sentimientos tan flexibles como las promesas de un político.
Me pregunto si contabas o no con mi orgullo… apuesto a que sí, pero estúpidamente guardabas una esperanza. Que bueno que te lo advertí.
1 comentario:
Palabras Interesantes... Sentimientos Contrastantes :P
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