Puedo sentir el aliento de mis paredes acariciar la parte blanda de mi cuello. Puedo escuchar su murmullo mientras el sudor fétido del pánico comienza a invadir mi frente. Los murmullos se van haciendo cada vez mas claros pero no los quiero escuchar, muevo la cabeza de un lado a otro y espero ansiosa a cesn porque sé que me gritan esa verdad incompleta que nunca he podido aceptar... Sí, ya son gritos que se pierden con los míos... Desesperadamente trato de cubrirme con la sábana que auyenrába los monstruos cuando era aún un ser humano completo. Pero por más que lo intente no puedo escaparar de un murmullo y una verdad que conozco desde siempre...
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