Es una mezcla de sinsabores, el camino a una meta que desconozco. Queriendo entender mis sentimientos y emociones, tengo que desarraigarme de todo aquello que me hace sentir segura por momentos para analizar la razón de mi desolación cuando no hay nadie.
Son esos lazos que no he sabido cultivar y una contradicción entre el sentido común y mis lágrimas lo que me trae a este punto de partida y sin retorno.
Alimentada por el rencor y el "amor" de los demás pero solo escuchandome a mí misma puedo tomar las desiciones correctas. Sin involucrar el orgullos y los deseos de otros.
Aceptando la soledad como mi estado natural quizás pueda dejar de sentirme sola aun estando acompañada, quizas pueda ser mejor compañía para quien no salga huyendo en su momento.
El amor que inspiro no es mas que el espijismo de aquello que otros quieren experimentar y que yo necesito para sobrevivir. Y no importa cuanto tiempo mas dure mintiéndome, las cosas seguiran asi hasta que acepte que los cuentos de hadas no son para mi.
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