Bien, después de una soledad muy merecida (caminar desde la plaza españa hasta la católica es toda una aventura) he decidido poner la pelota a correr. Nunca me quiero arriesgar, es uno de mis grandes problemas... siempre tan fuerte me he jactado de no permitir que las demás personas me perforen el alma, aunque muy pocas veces logro mantener la distancia.
Lo que si logro evitar de manera magistral son las situaciones en las que mi orgullo o mi visión de las cosas se puedan ver afectadas. Trato de mantener el control absoluto de las cosas que me puedan herir, aunque lo único que no pueda controlar al final son mis propias acciones.
Hoy me he dado cuenta de que no sirve de nada el alejamiento y el dicernimiento si no me arriesgo. Sigo siendo una persona de naturaleza pesimista con respecto a las cosas que me conciernen, sigo prefiriendo entrar al juego preparada para lo malo... Y ahora tengo que entender que quizás eso no es tan malo. Quizás el no salirme con la mía, el que me digan que NO, es la señal que necesito.
Al menos ya me di cuenta que cambiar era necesario, tanto por los demás como por mí, y aunque este proceso de solo 4 días me esté sacando del sistema todo aquello que no he querido admitir ni afrontar tengo que agradecer a Dios, las circunstancias tan inmundas que han rodeado las últimas semanas, incluyendo mis actos, porque quizás, y solo quizás... me hubiese encerrado en una espiral mas grande.
Ahora que la bola de nieve empezó a rodar solo puedo rogar porque los resultados no me hieran tanto, esperar que nadie más salga mal parado y encontrar las respuestas necesarias. Hoy voy al CINE.
1 comentario:
bien... pero debes elegir mejor tus clavos lol
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