Como una quimera crepta sobre mis hombros y se hace lugar entre mis oídos, mi némesis eterno, ese que se crece y se alimenta de inseguridades y fantasmas del pasado... Esa bestia que tiene problemas para dejar que el oxígeno a mi cerebero... ese que es tan volátil como las nubes en un firmamento que por ratos es tan gris y otras tantas de un azul brillante y molesto.
Y mientras no pierdo la esperanza de algún día poder controlarlo... Maldito seas TEMPERAMENTO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario