sábado, marzo 17, 2007


Y tras darme cuenta de lo que perdía fue que decidí mirarme nuevamente… Tras darme cuenta de lo que se deja ir es que pude aceptar esto que siento. Y es que necesitaba ese choque de realidad, y es que necesitaba de esta enferma inseguridad. Y es que necesitaba precisamente de ti. Por razones incoherentes te vi tan lejos a pocos centímetros, sentí como te ibas de mis manos donde verdaderamente nunca estuviste del todo. Y estas lagrimas que luchas por salir y no encuentran una excusa valida, porque el corazón las instaba pero la mente las hacia retroceder. Unas lágrimas que hace tiempo ruegan por encontrar su destino al final de mi barbilla y en la comisura de tu sonrisa. Tal vez nunca pueda terminar este recorrido, tal vez mi camino se detenga en la puerta…

2 comentarios:

Gia dijo...

Tuvo una enfermedad la bondad de permitirme leerte una vez mas, que cosa eh? Mi ciela, no hay nada mas placentero que poder dejar salir esas lagrimas cuando luego de ellas sentimos alivio... Sabes que lo digo por experiencia propia! Si tu corazon afligido te grita un descanzo, pues entonces llora y deja salir ese dolor que te apresa antes de que se refleje con dolor en todo tu cuerpo y veras que las lagrimas aunque saladas son dulces cuando son justificadas.

Alguien dijo...

.....Y si te toca llorar, es mejor frente al mar...

Ahhhh estoy en la farmacia, y me pregunto, cual deseas, la Pastilla Roja o la Azul?