LLUVIA III

Hace semanas que no veo llover,

y aún siento sobre mi alma la lluvia caer.

Las llagas que dejan a su paso me dicen

que son lágrimas

que cual sangre dejan un cuerpo débil lleno de dolor.

No es fácil decir adiós a los viejos hábitos

llenos de culpa y de miserable pasión.

Esos que arrancan de las manos palabras de desolación

cuando lo único que buscamos es comprensión.

Se desliza dentro de mi piel ese líquido salado

que no me deja ver,

que escosen las heridas

en las que había dejado de creer.

Entre la pared de mis miedos

y la espada de tus palabras

se retuercen mis memorias, las culpas y las añoranzas.

QUE PENA.

FAKE SMILE

Este sentimiento desolador y estático, este momento en el que todo parece suspendido en un aire cargado de dudas. Todo parece seguir un curso natural, todo parece ser más de lo que esperaba y a la vez ese Todo me importa poco. Porque no es aquello que esperaba, no estoy donde me enseñaron que debía estar, y por eso huyo de mi pasado como alma que lleva el diablo, mi pasado lleno de reglas y de ideas preconcebidas sin el derecho de tener una idea y luego cambiar de opinión. Siento este inmenso peso en mi pecho, esta necesidad tan extraña de explorar y estos bloques en mis piernas que no me permiten moverme hasta donde me lleva el corazón. Y nuevamente tengo ganas de llorar, por esos sueños que nunca volverán, por esos cuentos que han muerto en mi cabeza, por los personajes que ya no encuentran su historia. Me parece demasiado y a la vez tan miserablemente poco y nuevamente estoy varada en el mismo sitio y no se donde empezar.

CONGELARSE EL TRASERO POR ESTO...

Como odiar del todo un sitio en el que con cara d tonta puedo apreciar esto

Ambas pics son de F.K. Woods

RESPONSABILIDAD

Y desde que se inventaron las excusas ya nadie queda mal. Es bastante cierta esta frasecita peculiar, especialmente cuando nadie quiere tomar responsabilidad de sus propios actos y sentimientos, es increíble que aún intentemos inventar excusas para el calentamiento global. Y es que su pudimos echar la responsabilidad de algo tan grande como el HOLOCAUSTO sobre los hombros de un solo ser humano (ooohh Hitler) pues que más podríamos hacer sobre nuestras propias lágrimas, siendo una servidora experta en el tema de la delegación de responsabilidades emocionales tengo que admitir que esto es todo un arte. Aparte de que no escuchamos ni siquiera al que va a nuestro lado en el viaje en carro público ni siquiera nos da la gana de escuchar nuestro propio corazón. Llego a esta conclusión cada dos días cuando pongo en manos de los demás mis alegrías y mis penas, es mucho más fácil entregar la responsabilidad de sentir y de pensar a otra persona, de esa forma tan cobarde nos libramos de tener que analizarnos a nosotros mismos, nos libramos de tener que resolver nuestros problemas… “Esto es su culpa, que lo resuelva él/ ella” Me da miedo pensar lo que pueda suceder en unos cuantos años, cuando logren acallar las voces de aquellos que están dispuestos a pensar, cuando los sueños de aquellos que quieren volar sean pisoteados por todos los que tienen el PODER PENSANTE. Oooohhhh pensar… tarea tan amargamente agotadora, o al menos eso me enseñaron cuando quisieron convertirme en una robot. Solo hay que tomar el mismo holocausto como ejemplo… si bastó una sola persona para dar la orden de aniquilación, no hubiese bastado solo el NO de las tropas para que la bondad prevaleciera. Y es que ya me di cuenta de que no existe la maldad, existe la ignorancia que es el arma que las potencias, paternales, extranjeras, nacionales, religiosas y económicas usan para amedrentarnos. Entiendan que el mundo no se divide entre católicos y judíos, negros y blancos, gordos y flacos… solo personas MALAS Y BUENAS… Sabes tu de que lado estás?

ODA AL PASADO

Un pasado imperfecto pero con sus momentos de gloria… un presente complejo, con penas y alegrías… y un futuro incierto que quiero dibujar de los colores mas vivos. Traen los recuerdos una sonrisa a mi rostro, pues queda en mi memoria la vaga imagen de las risas, de los juegos, de las palabras de afecto, llegan a opacar los múltiples años de llanto que antecedieron a esa felicidad. Y ahora lágrimas de alegría llenan mis ojos, hoy doy gracias porque esos momentos ocurrieron y por lo que han dejado en mí… Temía tanto nunca más recuperarme de esa pérdida y luego conocí la más grande de todas y me di cuenta de que en realidad nada había perdido. Lo bello del pasado me inspira a hacer de mis alegrías más prolongadas que las secuelas de un mal chiste y nuevamente doy gracias.

ORGULLO

Y cuando creo que por fin puedo sentarme a pensar en mis sentimientos, deduzco que no hay nada que pueda hacer, pues estos no me dejaron en paz un solo segundo. Mi miedo, que es una parte tan endémica de mi persona se mezcla con la euforia, con el enojo, con la felicidad, y con la ira. Pero lo peor es esto de sentirse inadecuada… Lo peor es esto de tener miedo de dar un paso al frente por miedo equivocarme. Ese miedo que paraliza y hace que el cuerpo deje de responder a los mandatos del cerebro. Y no le temo a los errores, sino a las miradas de desilusión, no le temo a las consecuencias directas sino a las indirectas. Le temo mas que nada a que esos errores me cuesten la soledad, a que las cosas no vayan a funcionar, incluso le temo a triunfar porque no sé decir que “NO”… al menos no a quienes me rodean pero si a mi deseo interior. Y no siempre podré complacer a todos, no siempre podré poner una sonrisa en tus labios o escuchar palabras de aprobación de los tuyos… MALDITO ORGULLO… pecado de pecados, orgullo creador del miedo, orgullo que me impide aceptar un reto por temor a decir que me equivoqué y a cambiar de parecer. Y he progresado he hecho cosas que nunca antes hubiese hecho, pero ha sido difícil, ha sido doloroso, porque el amor que me es profesado es directamente proporcional al acierto de mis acciones o a la susceptibilidad de mi interlocutor… MALDITA SOCIEDAD… que me ha enseñado que a los ojos de los demás siempre ganarán los defectos y errores que vienen a opacar nuestras virtudes y aciertos.